Amigos de la realeza aseguran que la princesa confesó en secreto que su peso va en picada porque quiere rebelarse contra el protocolo, pero según el nuevo reporte, “pasa sus días haciendo ejercicio y contando calorías, incluso a menudo se niega a comer”.
Aparentemente, la joven estaría atravesando una etapa de estrés que la hizo perder peso, y como se trata de una persona de contextura delgada, esos dos kilos de menos se hacen más visibles y preocupa a los británicos.
Las críticas hacia su marido y la extrema seguridad con la que vive ante las amenazas de secuestro, serían las principales causas del problema de salud. Según la revista, su hermana Pippa está pasando más tiempo con ella para contenerla y su marido, el príncipe Guillermo, también está más atento a las necesidades de la Duquesa de Cambrigde
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