Tuesday, May 10, 2011

Alberto y Charlene Boda en Mónaco el 1º de Julio


Las bodas reales no se han acabado con las nupcias de Guillermo y Catherine de Inglaterra. Asistiremos este verano en Mónaco al otro enlace real del año, al ilusionado sí, quiero del príncipe Alberto y su prometida, Charlene Wittstock, que paralizará el mundo como aquel del pasado 29 de abril, que aún nos resistimos a arrinconar en un recoveco de la memoria. Todas las miradas se volverán en esta nueva ocasión hacia el principado para regodearse de nuevo con la puesta en marcha de tradiciones centenarias, con el encuentro de una multitud de ilustres invitados, con el ambiente palaciego, con el glamour de las grandes damas vestidas de alta costura y con impresionantes joyas... La expectación es máxima como cabía esperar a estas alturas de avanzados preparativos.

Los detalles ya facilitados y compartidos con sus admiradores apuntan que tampoco defraudará. El príncipe Alberto y Charlene Wittstock desean un enlace muy a su medida, a costa de algunas tradiciones reales, pero sobre todo uno más democrático que suponga una ocasión de verdadero júbilo popular. La pareja real quiere que una de las celebraciones más importantes de su vida sea para ellos y para Mónaco: se casarán por lo civil en la más estricta intimidad del palacio Grimaldi ante sus 50 íntimos y por lo religioso al aire libre ante mil invitados en una ceremonia, que no tendrá como decorado por tanto la catedral, sino el patio de honor del italiano palacio principesco, y que permitirá a un gran número de ciudadanos que puedan ser testigos del feliz acontecimiento entre el centenar de testas coronadas, jefes de Estado y otras personalidades ilustres invitadas a las nupcias.

Con tal fin tirarán palacio por la ventana. Celebrarán su matrimonio primero en el Principado de Mónaco con sendas ceremonias civil y religiosa (1 y 2 de julio) y con el posterior banquete de bodas en el museo oceanográfico y después, la semana siguiente al enlace, en Sudáfrica, país de la novia, con una superfiesta para 200 invitados en Durban, según ha revelado el diario sudafricano Times. La fiesta de los recién casados pretende ser una prolongación nupcial para aquellas personas que no puedan asistir a su enlace en el principado y tendrá lugar en el exclusivo hotel Oyster Box, que se encuentra reservado en su totalidad para la celebración, dijo el director del establecimiento, Wayne Coetser, al citado diario.

Los preparativos van ligeros, menos una cuestión de peso. El fotógrafo y diseñador alemán Karl Lagerfeld ha aconsejado al novio que adelgace de aquí al gran día si quiere entrar en el traje nupcial que deberá llevar en la ceremonia. "El príncipe Alberto tiene que adelgazar con urgencia antes de la boda”, afirma Lagerfeld en declaraciones al dominical del popular Bild. El diseñador, que perdió años atrás nada menos que 40 kilos de peso, se considera un buen amigo de la pareja monegasca, cuya foto oficial hizo él, según recuerda. Frente al sobrepeso del novio, Lagerfeld elogia la "magnífica figura" de su prometida. Y es que los polos opuestos se atraen. 

Via Hola

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