La Reina cumple 70 años. Siete décadas en que doña Sofía ha servido de manera incombustible a sus dos patrias: Grecia, en su etapa de juventud, y España, primero como princesa y durante más de 30 años como reina consorte. Pero nunca uno de sus cumpleaños había suscitado tanto interés. Las polémicas declaraciones recogidas en el libro, La Reina muy de cerca, en que doña Sofía opina abiertamente sobre temas con el aborto o el matrimonio entre homosexuales, han hecho temblar los cimientos de la institución monárquica.
Pero polémicas aparte, nadie duda en nuestro país de que la Reina ha jugado un papel fundamental en la historia de nuestra joven democracia al lado en todo momento de don Juan Carlos, siendo su compañera y confidente en los buenos y en los malos momentos de su reinado.
Sofía Margarita Schleswing-Holstein Sonderburg-Glucksburg, o simplemente, Sofía de Grecia, nació en Psychiko (Atenas) el 2 de noviembre de 1938. Era hija del rey Pablo de Grecia. Su infancia fue un trasiego de un país a otro: Egipto, Sudáfrica, Grecia y Alemania, donde estudió lenguas extranjeras. A los 18 años retornó por fin a Grecia y estuvo dos años trabajando como enfermera en un orfanato. Tanto le gustaron los niños que estudió puericultura en la Escuela de Miteras, cerca de Atenas y posteriormente cursó estudios de Arqueología y Música. También fue una deportista excepcional, y participó como suplente del equipo de vela griego, en los JJOO de 1960 en Roma.
Dos años más tarde, y tras celebrar en Atenas el enlace matrimonial con Juan Carlos de Borbón, doña Sofía cambió su título de princesa de Grecia por el de princesa de España. Desde su llegada a nuestro país, la futura reina de España, quiso ser una “española” más. Aprendió nuestro idioma, adaptó nuestras costumbres e incluso se convirtió al catolicismo. No tardó en formar una familia. En 1963 nacía la infanta Elena, en 1965, la infanta Cristina y en enero de 1968, el príncipe heredero, Felipe de Borbón. Siete años más tarde, el 22 de noviembre de 1975, don Juan Carlos es proclamado rey de España tras la muerte de Franco, y la vida de doña Sofía cambia para siempre.
Desde ese mismo instante, la Reina asumió todas las responsabilidades de su nuevo cargo. Trabaja infatigable por convertirse en la mejor embajadora de nuestro país y además desempeña actividades a favor de los más desfavorecidos. Preside la Fundación Reina Sofía (cuyos fines son la promoción, ayuda y desarrollo de las necesidades de toda clase de hombres y mujeres) y ostenta la presidencia de honor de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción y del Real Patronato sobre Discapacidad.
Doña Sofía es Reina de España, pero es también esposa, madre y abuela, que ha sabido mantener unida a su familia, a pesar de lo complicado que es estar siempre en el centro de las miradas de todo un pueblo. Este año, al igual que el anterior, celebrará su cumpleaños en Madrid, con su familia. Seguro que comentarán el revuelo que se armado con sus declaraciones a la periodista Pilar Urbano en una de las biografías que se han editado para conmemorar esta señalada fecha. También asistirá a un concierto del director de orquesta Zubin Mehta y luego cenará en el Palacio de la Zarzuela con sus más allegados.
Carlos García-León
Fuente: diario Expansión de España – www.expansion.com
Pero polémicas aparte, nadie duda en nuestro país de que la Reina ha jugado un papel fundamental en la historia de nuestra joven democracia al lado en todo momento de don Juan Carlos, siendo su compañera y confidente en los buenos y en los malos momentos de su reinado.
Sofía Margarita Schleswing-Holstein Sonderburg-Glucksburg, o simplemente, Sofía de Grecia, nació en Psychiko (Atenas) el 2 de noviembre de 1938. Era hija del rey Pablo de Grecia. Su infancia fue un trasiego de un país a otro: Egipto, Sudáfrica, Grecia y Alemania, donde estudió lenguas extranjeras. A los 18 años retornó por fin a Grecia y estuvo dos años trabajando como enfermera en un orfanato. Tanto le gustaron los niños que estudió puericultura en la Escuela de Miteras, cerca de Atenas y posteriormente cursó estudios de Arqueología y Música. También fue una deportista excepcional, y participó como suplente del equipo de vela griego, en los JJOO de 1960 en Roma.
Dos años más tarde, y tras celebrar en Atenas el enlace matrimonial con Juan Carlos de Borbón, doña Sofía cambió su título de princesa de Grecia por el de princesa de España. Desde su llegada a nuestro país, la futura reina de España, quiso ser una “española” más. Aprendió nuestro idioma, adaptó nuestras costumbres e incluso se convirtió al catolicismo. No tardó en formar una familia. En 1963 nacía la infanta Elena, en 1965, la infanta Cristina y en enero de 1968, el príncipe heredero, Felipe de Borbón. Siete años más tarde, el 22 de noviembre de 1975, don Juan Carlos es proclamado rey de España tras la muerte de Franco, y la vida de doña Sofía cambia para siempre.
Desde ese mismo instante, la Reina asumió todas las responsabilidades de su nuevo cargo. Trabaja infatigable por convertirse en la mejor embajadora de nuestro país y además desempeña actividades a favor de los más desfavorecidos. Preside la Fundación Reina Sofía (cuyos fines son la promoción, ayuda y desarrollo de las necesidades de toda clase de hombres y mujeres) y ostenta la presidencia de honor de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción y del Real Patronato sobre Discapacidad.
Doña Sofía es Reina de España, pero es también esposa, madre y abuela, que ha sabido mantener unida a su familia, a pesar de lo complicado que es estar siempre en el centro de las miradas de todo un pueblo. Este año, al igual que el anterior, celebrará su cumpleaños en Madrid, con su familia. Seguro que comentarán el revuelo que se armado con sus declaraciones a la periodista Pilar Urbano en una de las biografías que se han editado para conmemorar esta señalada fecha. También asistirá a un concierto del director de orquesta Zubin Mehta y luego cenará en el Palacio de la Zarzuela con sus más allegados.
Carlos García-León
Fuente: diario Expansión de España – www.expansion.com
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