Ya le tocaba volver. Después de su última (y fallida) misión, tenía que ser entrenado. Y qué mejor lugar que Asia, entre sus montañas míticas y su disciplina única, para perfeccionar el arte de la pelea. El arte del riesgo. Ahí tenía que estar Johnny English: entrenando con paciencia y disciplina, cual Uma Thurman en “Kill Bill”. Pero ya le tocaba volver. Y a nosotros, los espectadores, ya nos tocaba volver a reír.Porque este torpe espía está de vuelta desde mañana en “Johnny English recargado”. Han pasado ocho años desde su primera misión: aquella que lo convirtió en el agente más inútil del mundo. Aquel que era capaz de, con tan solo un movimiento, poner en riesgo toda una operación secreta. Aquel que solo puede ser interpretado, de forma convincente, por un actor de la talla de Rowan Atkinson.
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