Dos de las estrellas de la música internacional más famosas y con más fans del mundo decidieron aunar esfuerzos y, si bien no grabaron discos juntos, se lanzaron en la adquisición de una exclusiva y costosa isla caribeña. Se trata de Shakira y Roger Waters, quienes desembolsaron cerca de 16 millones de dólares para la transacción.
La paradisíaca llamada Bonds Cay cuenta con cinco playas y tres bahías, además de un gran número de cascadas. La isla se encuentra a 200 kilómetros de la costa este de Florida.
El objetivo buscado es "reinventar el concepto del turismo", según trascendió en el entorno de los artistas. El objetivo es instalar un complejo de hoteles dedicado al esparcimiento y el placer, pero con el valor agregado de que allí vivirán, temporal o permanentemente, otras estrellas reconocidas del mundo, lo que esperan que sirva como una atracción adicional.
La novia de Piqué junto con el lider de Pink Floyd pretende construir allí un centro vacacional de lujo para veraneantes adinerados con servicios como playas privadas o exposiciones de grandes artistas.
"No se trata de tener 200 lanchas y un campo de golf de 18 hoyos. Más bien es una explosión de sentidos. Se trata de un concepto que está más relacionado con el arte y la cultura", comentó Arturo Rubinstein, un inversor de Miami involucrado en el proyecto.
En el proyecto tienen previsto contar con Miguel Bosé y Alejandro Sanz como principales atractivos de la isla y al parecer ambos tendrán una residencia en este prestigioso enclave. Antonio De La Rua, ex pareja de la cantante colombiana se había involucrado inicialmente en el proyecto pensado en 2006, pero se desconoce si sigue parte de la empresa.
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